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En muchas ocasiones, a la hora de planificar cualquier cosa, puedes verte un tanto bloqueado, no saber bien por dónde empezar. Sin embargo, tienes un ejemplo muy cercano que te puede servir de guía: tu propio cerebro. Y esto es así porque de manera inconsciente, cada día, para llevar a cabo multitud de acciones, tu cerebro realiza un proceso organizativo que David Allen, en su libro Organízate con eficacia, define como el modelo de planificación natural.
Los cinco pasos del modelo de planificación natural
Para llevar a cabo casi cualquier acción, nuestro cerebro sigue de manera automática los siguientes cinco pasos:
- Definir propósitos y principios.
- Visualizar los resultados.
- Lluvia de ideas.
- Organizar.
- Identificar las acciones siguientes.
Para clarificar un poco todo esto, veamos uno a uno con un ejemplo práctico y conocido por todos: planificar ir al supermercado.
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1. Definir propósitos y principios.
Puede ser hacer la compra semanal, el pedido de cada mes o la necesidad de comprar lo necesario para una barbacoa que vas a hacer este fin de semana. Cualquiera de estas cosas sería tu propósito y se enmarcaría dentro de unos principios que tienes definidos. Vas a un supermercado concreto porque confías en su calidad, sabes que tiene buen precio, está cerca de tu casa o bien situado con respecto a la ruta que sueles seguir… Estos principios marcan los límites de tu propósito, que es el motor de tu plan.
2. Visualizar los resultados.
Cuando tienes definido tu propósito, visualizas los resultados. Quizás visualices una cena romántica con tu pareja esa misma noche preparada con los ingredientes que vas a comprar. O ya te veas disfrutando de la barbacoa al sol con tu familia y amigos el domingo a mediodía. Esta visualización de resultados es lo que quieres conseguir llevando a cabo tu propósito. Es decir, el propósito es el porqué y la visualización es el qué.
3. Lluvia de ideas.
Una vez definido el propósito y visualizados los resultados, automáticamente tu cerebro comienza con la lluvia de ideas. ¿A qué hora voy a ir?, ¿tengo la lista de la compra actualizada?, quizás pueda pasar antes a recoger a mi pareja para que me acompañe, ¿tengo algo más que hacer por la zona del supermercado?. Todo esto sería la fase del cómo, cómo llevar a cabo tu plan de ir al supermercado.
4. Organizar.
Tu cerebro ya ha generado un montón de ideas, ahora tiene que organizarlas. Sin darte cuenta, las vas ordenando según su relevancia y, si es necesario, las divides en varias fases que irás cumpliendo secuencialmente.
5. Identificar las acciones siguientes.
Por último, con todo organizado, te centras en la acción siguiente que tienes que realizar. Por ejemplo, en este caso podría ser revisar si la lista de la compra está actualizada para no dejarte nada atrás cuando vayas a hacer la compra. También puede ser comprobar si tienes que hacer algo por esa zona o echar un ojo a tu agenda para ver a qué hora te viene mejor ir. La acción siguiente dependerá del momento y del día pero debe ser la próxima acción física que te acercará a la consecución de tu plan. Puedes leer el post cómo elegir tu acción siguiente en el que te explico un método para definirla.
Conclusión
Probablemente, leyendo este artículo te habrás sentido identificado en la manera de proceder. Si no para el caso concreto de hacer la compra en el supermercado, para otras actividades que planificas cada día. Todos estos pasos los sigue nuestro cerebro automáticamente, sin pensarlos apenas. Es lo que en GTD se denomina el modelo de planificación natural y, como ves, al estructurarlo en cinco sencillos pasos, te puede servir para planificar y llevar a cabo cualquier proyecto. Haz la prueba para algún plan o evento próximo que tengas a la vista. Trata de seguir uno a uno estos cinco pasos y verás como te resulta mucho más fácil planificar y avanzar hacia tu meta. Y si es así, me encantará que me lo cuentes en los comentarios 🙂